Durante esta cuarentena es importante continuar con las recomendaciones de las entidades competentes y evitar al máximo exponer nuestra salud y la de nuestros seres queridos. La alimentación es algo primordial en estos días de aislamiento, por ello traemos estos consejos:
Diseñar el menú: qué vas a desayunar, comer y cenar. Esto evitará las compras de pánico y que todo se eche a perder en el refrigerador.
Trata de comprar en línea o por teléfono justo después de haber comido y con lista en mano. Si compras sin lista y peor aún si no has comido, es muy probable que incluyas compras poco sanas.
Si tienes hijos, dosifica la cantidad de consumo de azúcar y no termines comiéndote sus golosinas. Alimentos sin azúcar como Yosi Ligh son perfectos para su consumo.
Estar en casa 24 horas del día hace que seamos todavía más sedentarios. Es por esta razón que es importante que dediques al menos 30 minutos al día a moverte.
Comer verduras a diario. Idealmente debes comer de 3 a 5 distintas para asegurar diversidad de vitaminas y minerales. Esto ayuda a que tu sistema inmune sea más fuerte, mejora tu digestión y eleva tus niveles de saciedad. Asimismo, evita que comas de más.
Procura despertar y dormir con los mismos horarios todos los días. Esto ayuda a que tus hormonas de hambre, saciedad y estrés no se desestabilicen.
Estar en casa, durante la cuarentena, puede hacerte perder la noción del tiempo, cuida tus horarios de desayuno, comida y cena. Sepáralos 100% del “home office” o trabajo en casa. No debes comer mientras trabajas!
Apoya a productores locales para hacer tu mercado, encontrarás muchas opciones de canastas de alimentos básicos para tu semana. Y los fines, descansa un poco y pide comida de restaurantes pequeños cercanos a ti. Activa la economía local si está dentro de tu alcance.
Cocina una vez a la semana o dos para que no te sientas atado a la cocina. Así también solo limpias la cocina pocas veces y te da tiempo de otras cosas.
Aunque sientas que durante la cuarentena es el peor momento para cuidar tu alimentación y hacer ejercicio, no olvides que los pretextos abundan.
Fuente: National Geographic