“Distintos estudios han observado que la ingesta elevada de productos lácteos, en particular del yogur, se acompaña de una mayor calidad general de la dieta y un mejor perfil insulínico1,5. Una creciente evidencia científica indica que el consumo de yogur es beneficioso para la salud cardiometabólica: el consumo de yogur se asocia con un menor grosor de la capa íntima-media de la carótida, menores riesgos de cáncer colorectal y de diabetes de tipo II, además tiene una relación inversa con el aumento de peso a largo plazo5.
Todos estos beneficios muestran que el yogur puede ser un componente fundamental en la dieta y que podría mejorar la idoneidad nutricional y la salud metabólica tanto de los adultos como de los niños5.
Los lácteos fermentados también han demostrado la capacidad de estabilizar la flora gastrointestinal, tanto por la contribución de los propios fermentos de la leche como por las sustancias producidas durante la fermentación4.
La intolerancia a la lactosa es un rasgo que se presenta en una porción de la población general adulta e infantil. El consumo de derivados lácteos fermentados reduce de forma significativa el consumo de lactosa, aportando todos los beneficios nutricionales de la leche6.
Conclusiones
- El yogur es un derivado lácteo que conserva los beneficios nutricionales de la leche y además aporta beneficios extra en forma de mayor digestibilidad, menor contenido en lactosa y mejores propiedades bioactivas1,6.
- El consumo de yogur se asocia con una dieta más equilibrada y saludable1.
- En niños, el consumo de yogur se asocia con mejores hábitos nutricionales y un consumo más adecuado de nutrientes y micronutrientes clave para el desarrollo5.
- El consumo de yogur y leches fermentadas en niños mejora la asimilación de hierro que puede prevenir el desarrollo de anemia ferropénica4.
- El consumo habitual de yogur (más de 98,4 ± 35,7 g/día) contribuye a la mejora de diversos parámetros metabólicos en niños, como: la presión del pulso, el perfil glucémico y los patrones de crecimiento5.
REFERENCIAS
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- Koca T, Akcam M, Serdaruglu F, Dereci S. Breakfast habits, dairy product consumption, physical activity, and their associations with body mass index in children aged 6–18. Eur J Pediatr. 2017;176:1251-1257.
- Guerin-Danan C, Chabanet C, Pedone C, et al. Milk fermented with yogurt cultures and Lactobacillus casei compared with yogurt and gelled milk: influence on intestinal microflora in healthy infants. Am J Clin Nutr. 1998;67:111–117.
- Branca F, Rossi L. The role of fermented milk in complementary feeding of young children: lessons from transition countries. Eu J Clin Nutr. 2002;56(Suppl 4):S16–S20.
- Hobbs D, Givens D, Lovegrove J. Yogurt consumption is associated with higher nutrient intake, diet quality and favourable metabolic profile in children: a cross-sectional analysis using data from years 1–4 of the National Diet and Nutrition Survey, UK. Eu J Nutr. 2018, Jan 12. DOI: 10.1007/s00394-017-1605-x.
- Martínez A; Grupo PrevInfad. Supervisión de la alimentación en la población infantil y juvenil. Pediatría Atención Primaria. 2008;10(37):99-13.”
Fuente: Asoleche (https://asoleche.org)